lunes, 27 de mayo de 2013

¿AMANDO A DIOS O AMANDO UN MINISTERIO?


Por el Hno. Gabriel.-

Quiero preguntarte algo de sincero corazón, ¿Que estas buscando en Dios? Y antes de contestar esta pregunta  déjame explicarte el porqué de la misma; He notado en este último tiempo (cuatro o cinco años) que una gran ola de lo que muchos llaman “cristianismo radical” a entusiasmado la mayoría de los corazones dentro de la religión evangélica, que a simple vista parece proponer un genuino acercamiento a Dios, pero que mirando más detenidamente me  doy cuenta que no es tan así, porque muchos ministros en vez de buscar verdaderamente a Dios en oración y lectura solo buscan encontrar en Dios un ministerio popular y  personalista. No niego que existen hombres que sirviendo genuinamente a Dios se hicieron populares sin que ellos lo buscaran, pero en todos los casos esto último siempre fue consecuencia de lo primero.

Mateo 6
21  Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón…

Considero que muchos ministros de hoy se acercan a Dios no con la intensión de buscarlo verdaderamente a Él, sino porque anhelan mantener vigente sus ministerios en el ámbito popular, que a veces sin darse cuenta cautiva su corazón desplazando a Dios mismo del primer lugar, convirtiéndose el servicio en su verdadero  tesoro, cambiando la meta de una búsqueda intrínseca del conocimiento de Dios por la de una continua  fama y popularidad.

Es por ello que el titulo de este artículo es una pregunta que dice ¿AMANDO A DIOS O AMANDO UN MINISTERIO? Y luego le sigue esta otra pregunta que busco que te la respondas a ti mismo ¿Qué estas buscando en Dios?

      Juan 2
      23  Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía.
      24  Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos,
25  y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.

Dios sabe perfectamente cuál es nuestra verdadera intensión cada vez que nos acercamos a Él, porque Él sabe lo que hay en el hombre. En aquel tiempo muchas personas se cercaban a Jesús no porque creían que éste verdaderamente era el Hijo de Dios y el Cristo, sino porque buscaban un beneficio propio por medio de Él.

Muchos ministros y no ministros de hoy que buscan hacer misiones, evangelismos, predicaciones y otros servicios a favor de Dios, no lo hacen en la intensión verdadera de glorificar a Dios, sino a ellos mismos por medio de Dios, y en muchos casos de forma ignorante, porque están convencidos que Dios se va a agradar de su devoción ministerial que proviene de un sacrificado y necio corazón carnal.

      Juan 5
41  Gloria de los hombres no recibo.

Romanos 15
3  Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí.

Dios no necesita ministros que le hagan favores a Él para que su reino se expanda en este mundo, ¡ÉL ES DIOS!, Él busca siervos que estén sujetos a total obediencia para el desarrollo de un trabajo en perfección. No se trata de ti, ¡entiéndelo! Se trata de Cristo, y solamente de Él. No busques el primer lugar, porque así eran los fariseos y saduceos, a los cuales Jesús desechaba, personas que pensaban que Dios se agradaba de ellos por su devoción en el servicio, pero que en realidad solo buscaban cosechar la popularidad. Busca a Cristo de sincero corazón. Una vez más pregunto;

¿Dónde está tu corazón? ¿Amas a Dios más que a tu ministerio? ¿Qué buscas en Dios?

Juan 6
38  Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

La paz del Señor

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